Fósiles del triásico de Manzanera
Hace ya quince años que en Manzanera comenzamos a escuchar que se habían encontrado unos fósiles muy antiguos y que, al parecer, tenían cierta importancia. Estos restos los había dado a conocer Epi Cruselles (farmacéutico de Manzanera y tristemente fallecido), aficionado a la paleontología y gran conocedor del término municipal que los había encontrado cerca de la Masía de las Vacarizas.
Aquí tenéis los artículos aparecidos entonces en el Heraldo y el Diario de Teruel sobre el hallazgo (artículos rescatados de la antigua web del Ayuntamiento, entonces gestionada por Rafa Roqueta).
Justo quince años hemos tardado en tener de nuevo noticias sobre estos fósiles. Y parece ser que son más importantes de lo que pensábamos. No vamos a intentar explicarlo nosotros porque seguramente lo haremos mal, os dejamos una recopilación de lo que ha aparecido en diferentes medios. Para empezar, os ponemos un vídeo con el reportaje emitido en el informativo territorial de TVE.
Seguimos con el artículo periodístico que, a nuestro juicio, es el que mejor explica todo el proceso. Es el texto aparecido en el Diario de Teruel
Descrito por primera vez en la Península un ‘Simosaurus’, un depredador del Triásico de 3 metros
Manzanera saca a la luz fósiles de reptiles marinos de gran interés científico
Hace 230 millones de años, en el Triásico, la provincia estaba sumergida bajo las aguas del mar mientras que en los continentes comenzaban a caminar sobre la Tierra los primeros dinosaurios
Redacción Teruel 28/10/2015
Hace 230 millones de años, en el Triásico, la provincia estaba sumergida bajo las aguas del mar mientras que en los continentes comenzaban a caminar sobre la Tierra los primeros dinosaurios. En las aguas de esos mares poco profundos había reptiles depredadores de peces como Simosaurus, que podía alcanzar más de tres metros de longitud. Investigadores de la Uned y de la Fundación Dinópolis han descrito por primera vez restos de estos animales en la Península Ibérica a partir de restos fósiles hallados en Manzanera.
El Mesozoico, la era de los dinosaurios, cuenta en la provincia también con registro fósil del Triásico, anterior al Jurásico, y la sierra de Javalambre se revela como un lugar con un gran potencial para encontrar estos restos paleontológicos. Así lo confirma una investigación llevada a cabo por paleontólogos y que acaba de ser publicada en la revista científica Geobios.
Finales del siglo pasadoEl trabajo analiza los fósiles hallados a finales del siglo pasado en 14 afloramientos de Manzanera, que tras su restauración han sido estudiados por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Uned y de la Fundación Dinópolis.
Junto a Simosaurus se han hallado restos de placodontos, probablemente pertenecientes a dos o tres especies, reptiles marinos también parecidos a las tortugas, y de ictiosaurios, cuya forma recuerda a los delfines actuales. Además, en el material estudiado se han podido describir también restos de temnospóndilos, anfibios extinguidos y que también eran depredadores que medían varios metros de longitud.
El paleontólogo Carlos de Miguel Chaves, el primero de los autores que firma el artículo, asegura que estos fósiles son de un gran valor por la información que revela sobre las faunas del Triásico hace 230 millones de años en lo que hoy es la Península Ibérica.
El estudio de estos fósiles de vertebrados procedentes de 14 yacimientos de Manzanera ha permitido conocer cómo era esta zona cuando los primeros dinosaurios comenzaban a caminar por la Tierra en el Triásico, hace unos 230 millones de años. En este periodo, la provincia de Teruel estaba cubierta por mares poco profundos habitados por varias especies de reptiles marinos, hoy extintas.
Así se explica en el artículo que acaba de publicar la revista científica internacional Geobios, y que firman un conjunto de investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias (Uned) y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, en el que se describen un conjunto de fósiles de diversos reptiles que han sido preparados y estudiados en detalle por primera vez desde su hallazgo en Manzanera a finales del siglo XX.
El artículo se titula A diverse Late Triassic tetrapod fauna from Manzanera (Teruel, Spain) y lo firman los paleontólogos Carlos de Miguel Chaves, Adán Pérez-García, Alberto Cobos, Rafael Royo-Torres, Francisco Ortega y Luis Alcalá, tres de ellos de la Facultad de Ciencias de la Uned y los otros tres de la Fundación Dinópolis.
La mayor parte de los fósiles estudiados corresponden a vértebras y costillas de un reptil marino llamado Simosaurus, siendo esta la primera vez que se describen los restos de este animal en la Península Ibérica.
Precursor del MediterráneoSimosaurus pudo alcanzar más de tres metros de longitud y vivía en las aguas costeras del antiguo Mar de Tethys (precursor del moderno Mediterráneo), donde se alimentaría de peces. Los fósiles del simosaurio de Manzanera son, además, algunos de los más modernos conocidos, ya que casi todos los restos de sus congéneres centroeuropeos proceden de sedimentos más antiguos.
El material de Manzanera confirma, por lo tanto, que este depredador sobrevivió cerca de las costas ibéricas del Triásico más tiempo del que se creía antes de su extinción.
Entre los fósiles estudiados también se encuentran varios elementos del caparazón de placodontos ciamodontoideos. Estos organismos marinos eran extraños reptiles que proliferaban en los mares del Triásico y se asemejaban a las tortugas, que apenas empezaban su andadura por la historia de la vida.
Los placodontos tenían un modo de vida muy especializado, pues se alimentaban de moluscos y otros organismos con concha gracias a unos dientes planos muy modificados. Estos reptiles eran muy abundantes en los mares costeros de Europa, Oriente Próximo y China, pero sus restos son escasos y poco conocidos en España. Los elementos del caparazón de los ejemplares turolenses tienen morfologías muy variadas, lo que podría indicar la presencia de varias especies de estos enigmáticos animales.
De Miguel asegura que por los osteodermos encontrados podría tratarse de caparazones pertenecientes a dos o tres especies distintas. "Resulta un poco arriesgado afirmarlo con contundencia porque varía mucho en función de la posición y de la edad", precisó el científico.
También se han descrito elementos vertebrales de ictiosaurios, que son reptiles marinos habitantes de aguas abiertas (plenamente adaptados a la vida acuática) y tenían un aspecto similar al de los actuales delfines. Los fósiles se cuentan entre los más antiguos de este grupo en la Península Ibérica. Los ictiosaurios solo han aparecido en uno de los catorce afloramientos estudiados.
Por último, se han hallado unos restos fragmentarios, pero muy informativos, que permiten reconocer material craneal de temnospóndilos, unos extintos anfibios depredadores de varios metros de longitud, habitantes de aguas dulces.
Grandes anfibiosSe trata de anfibios que podían alcanzar tres o cuatro metros de longitud, "aunque los hay algunos de hasta cinco o seis", precisó De Miguel, quien aclaró que por los fragmentos hallados es imposible determinar el tamaño que tenían los de Manzanera.
Todos estos fósiles muestran la presencia de una gran diversidad de vertebrados acuáticos, apenas reconocida anteriormente en el Triásico de la Península Ibérica debido su escaso registro fósil en este periodo geológico.
De Miguel aseguró que los fósiles de Manzanera, aunque de carácter fragmentario, "proporcionan bastante información" además de revelar la existencia de "una diversidad relativamente alta de organismos de diferentes linajes, que hasta lo que recuerdo en la Península Ibérica no se habían encontrado juntos en ningún sitio". De ahí su interés científico ya que en la Península Ibérica es escaso su registro en comparación con otras partes de Europa o de China.
Aunque en el trabajo se estudian todos los restos, el paleontólogo aseguró que en el que más se han centrado ha sido en Simosaurus "por el hecho de que es la primera vez que se cita este animal en la Península".
El trabajo publicado ahora en Geobios ha sido dedicado al vecino de Manzanera Epifanio Cruselles Giró, ya fallecido, quien informó de la existencia de estos fósiles a los paleontólogos de la Fundación Dinópolis a finales del siglo pasado, cuando acababa de crearse esta institución científica y todavía se estaba en fase de montaje del parque paleontológico.
Hallazgos en el año 2000El hallazgo se produjo precisamente cuando en el año 2000 Cruselles visitó la exposición Así se construye Dinópolis en el Palacio de Exposiciones e invitó a los paleontólogos que entonces trabajaban en la Fundación a visitar Manzanera para enseñarles algunos lugares con fósiles del municipio, y que son dos de los investigadores que firman el artículo ahora publicado.
Estos científicos observaron que los lugares podrían ser de interés científico e informaron a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, que financió las excavaciones y la restauración de los fósiles extraídos en distintas etapas. La investigación científica de estos fósiles de Manzanera se ha realizado posteriormente en colaboración con los paleontólogos de la Uned.
Posibilidad de ampliar itinerariosLa descripción de nuevos fósiles del Mesozoico, la era de los dinosaurios, pero esta vez durante el periodo Triásico y correspondientes a reptiles marinos, abre un nuevo potencial para la explotación de los recursos paleontológicos de la provincia.Para terminar os ponemos el texto y las fotografías publicadas directamente por la Fundación Dinópolis.
Su hallazgo y descripción científica abre nuevas posibilidades de investigación, además de completar itinerarios por la provincia desde el Triásico para llegar al Jurásico y el Cretácico. Y es que cuando los primeros dinosaurios comenzaban su andadura en tierra firme, los reptiles marinos ya habitaban los mares someros de la provincia.
Además, los paleontólogos de la Fundación Dinópolis consideran que para futuros hallazgos son de gran potencial las rocas triásicas de la Sierra de Albarracín y de Javalambre, especialmente desde Manzanera hasta Arcos de las Salinas.
Reptiles marinos y otros vertebrados acuáticos identificados en el Triásico de Manzanera (Teruel)
Escrito por Editor Fundación
Publicado el 27 Octubre 2015
El estudio de fósiles de vertebrados procedentes de varios yacimientos de Manzanera (Teruel) ha permitido conocer cómo era esta zona cuando los primeros dinosaurios comenzaban a caminar por la Tierra en el Triásico, hace unos 230 millones de años. En este periodo, la provincia de Teruel estaba cubierta por mares poco profundos habitados por varias especies de reptiles marinos, hoy extintas.
En un artículo publicado en la revista científica internacional Geobios, un conjunto de investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias (UNED) y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han descrito un conjunto de fósiles de diversos reptiles que han sido preparados y estudiados en detalle por primera vez desde su hallazgo en Manzanera a finales del siglo XX. La mayor parte de los fósiles corresponde a vértebras y costillas de un reptil marino llamado Simosaurus, siendo ésta la primera vez que se describen los restos de este animal en la Península Ibérica. Simosaurus pudo alcanzar más de tres metros de longitud y vivía en las aguas costeras del antiguo Mar de Tethys (precursor del moderno Mediterráneo), donde se alimentaría de peces. Los fósiles del simosaurio de Manzanera son, además, algunos de los más modernos conocidos, ya que casi todos los restos de sus congéneres centroeuropeos proceden de sedimentos más antiguos. El material de Manzanera confirma, por lo tanto, que este depredador sobrevivió cerca de las costas ibéricas del Triásico más tiempo del que se creía antes de su extinción.
Vértebra dorsal del simosaurio de Manzanera (Teruel).Créditos: UNED y FCPTD
Entre los fósiles estudiados también se encuentran varios elementos del caparazón de placodontos ciamodontoideos. Estos organismos marinos eran extraños reptiles que proliferaban en los mares del Triásico y eran parecidos a las tortugas, que apenas empezaban su andadura por la historia de la vida. Los placodontos tenían un modo de vida muy especializado, pues se alimentaban de moluscos y otros organismos con concha gracias a unos dientes planos muy modificados. Estos reptiles eran muy abundantes en los mares costeros de Europa, Oriente Próximo y China, pero sus restos son escasos y poco conocidos en España. Los elementos del caparazón de los ejemplares turolenses tienen morfologías muy variadas, lo que podría indicar la presencia de varias especies de estos enigmáticos animales.
También se han descrito elementos vertebrales de ictiosaurios, que son reptiles marinos habitantes de aguas abiertas (plenamente adaptados a la vida acuática) y tenían un aspecto similar al de los actuales delfines. Los fósiles se cuentan entre los más antiguos de este grupo en la Península Ibérica. Por último, se han hallado unos restos fragmentarios, pero muy informativos, que permiten reconocer material craneal de temnospóndilos (unos extintos anfibios depredadores de varios metros de longitud, habitantes de aguas dulces).
Todos estos fósiles muestran la presencia de una gran diversidad de vertebrados acuáticos, apenas reconocida anteriormente en el Triásico de la Península Ibérica debido su escaso registro fósil en este periodo geológico.
Publicación y autores:
Carlos de Miguel Chaves, Adán Pérez-García, Alberto Cobos, Rafael Royo-Torres, Francisco Ortega y Luis Alcalá. (2015). A diverse Late Triassic tetrapod fauna from Manzanera (Teruel, Spain). Geobios.
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